jueves, 28 de febrero de 2008

08.- El Repertorio Bibliográfico Universal

La idea de un Repertorio Bibliográfico Universal consistía en el registro y referenciación de todos los documentos impresos desde el siglo XV hasta la fecha quedando organizado a partir del sistema de clasificación decimal. Paul Otlet y La Fontaine iniciaron el proyecto en el último cuarto del siglo XIX desde la Oficina Internacional de Bibliografía.
  • Objetivos del RBU: Trata de actualizar la bibliografía general universal a partir de la cooperación internacional de todos los países, mediante un método de fichero bibliográfico normalizado que permitiera su rápida recepción e indexación en el índice principal. El resultado de la labor bibliográfica pretendía abundar en el conocimiento de las publicaciones de cada autor y la documentación y publicaciones que existen sobre un determinado asunto, materia o área de conocimiento. De esta manera la RBU se convertiría en una herramienta auxiliar de cualquier investigador o estudioso, llegando al mayor número de usuarios posible.
  • Contenido de la RBU: El repertorio bibliográfico fue concebido como un catálogo que permitía registrar y clasificar sistemáticamente la producción intelectual o bibliográfica a nivel mundial. De esta forma contempla la mayor parte de los tipos y materiales documentales de la época, haciéndose aún más ingente al incluir la posibilidad de registrar colecciones, series o abarcar los vaciados de las publicaciones periódicas o revistas. Lógicamente, este esfuerzo por reunir todo el saber humano en todas sus formas, supuso el principio del fin del proyecto, dado que si bien fue posible establecer unas normas, pautas o procedimientos para su organización, no era capaz de controlar todas las novedades bibliográficas y publicaciones a nivel retrospectivo en el ámbito mundial. Este aspecto unido a los elevados costes que suponía la disposición de sucursales y oficinas bibliográficas en todo el mundo para hacer funcionar el mecanismo de registro universal, hizo que definitivamente la gran idea de Otlet y La Fontaine no pudiera ser finalizada quedando por tanto inacabada.
  • Características de la RBU: Teniendo en cuenta los aspectos citados con anterioridad todos los autores y bibliógrafos de la obra de Otlet y La Fontaine, coinciden en denominar la RBU con dos descriptores; Universal y Exhaustiva. El concepto de universalidad si bien no es original o exclusivo de la RBU, si representa muy bien el deseo e interés de establecer una cooperación internacional para el acuerdo de los métodos de clasificación, catalogación y descripción que en el futuro afectaron a cada continente y potencia editora. La RBU se consideró el repertorio más amplio en cuanto a producción científica, literaria, artística, además de la universalidad de tipologías documentales que abarca (monografías, artículos de revistas, congresos, actas, simposios, partituras, fotografía, documentación musical...). Se trata de un repertorio exhaustivo y no selectivo dada la universalidad e intercionalidad del proyecto.
  • Confección de la RBU: En el desarrollo de la RBU, Paul Otlet y La Fontaine desarrollan un plan de trabajo que contemplaba la catalogación y la clasificación de la información bibliográfica referente a cada publicación, quedando plasmado en fichas catalográficas de tamaño estándar, denominadas también fichas universales por ser siempre de las mismas medidas (125mm/75mm).


    El resultado de este método de trabajo es una base repertorial dispuesta en fichas catalográficas, accesibles mediante Repertorios o Bibliografías de acceso a saber:

    • Repertorio N: Nombres de Autores (Autoridades - Onomástico)
    • Repertorio NR: Títulos de Publicaciones Periódicas
    • Repertorio NT: Títulos de Monografías
    • Repertorio A: General de Materias
    • Repertorio B: Materias Clasificado Sumariamente
    • Repertorio AG: Materias según su origen geográfico.
    • Repertorio NRT: Vaciado de Publicaciones Periódicas.
    • Repertorio Anexo Rúbricas de la Clasificación Bibliográfica Decimal (Repertorio I)
    • Repertorio inventario de Repertorios (Repertorio IV)

07.- El Instituto Internacional de Bibliografía

El instituto Internacional de Bibliografía es el resultado de la necesidad de establecer una bibliografía universal, en la cual aplicar la Clasificación Decimal Universal. Esta necesidad se trasladó a la Sociedad de Naciones convocándose acto seguido la primera Conferencia Internacional de Bibliografía que se celebraría en Bruselas el 2 de Septiembre de 1895.

Se debe recordar que los preludios del Instituto Internacional de Bibliografía, hay que encontrarlos en el Instituto Internacional de Bibliografía Sociológica, que inicialmente fue fundado para tratar de elaborar repertorios de caracter científico al respecto de las humanidades, ciencia sociales, e incluso determinadas ramas del derecho. Paul Otlet vio la importancia de utilizar el método bibliográfico científico y expandirlo a todas las áreas de conocimiento para abarcar todas las publicaciones de manera universal. Esta idea fijó el futuro de sus investigaciones y de su trabajo uniformador.

Fue en el mismo año 1895 cuando se puso en marcha el Instituto Internacional de Bibliografía (IIB) con caracter urgente, tras ser acordado en la Conferencia Internacional de Bibliografía. Esto a su vez supone la creación de la Oficina Internacional de Bibliografía (OIB), que se encargaría de la recepción completa de todas las fichas bibliográficas de todas las obras y publicaciones de cada país. De esta forma los Centros de Bibliografía de cada nación remitían sus ficheros a la Oficina Internacional de Bibliografía que armonizaría toda la información para generar lo que se denominaría el Repertorio Bibliográfico Universal. Véase el gráfico de Mecanismo de Producción del RBU.


Los centros bibliográficos nacionales adscritos en las principales bibliotecas nacionales, se concebían como puntos de registro general de cuanto publicaba un país. Como se muestra en el gráfico la información bibliográfica era transmitida a la Oficina Internacional de Bibliografía, por lo que suponía un ejercicio de coordinación superior entre todas las instituciones y organismos bibliotecarios participantes. En un primer momento el Instituto Internacional de Bibliografía centró sus esfuerzos en establecer una base de repertorios científicos para cubrir las necesidades del sector, por lo que se crea una figura que ha llegado intacta y ampliada hasta nuestros días; el documentalista. Se entiende por documentalista aquella persona que suministraba las fuentes de información que quedaban organizadas en el Repertorio Bibliográfico Universal. Tras años de desarrollo del RBU, el proyecto cede por la incapacidad de mantener una cooperación bibliográfica fluida además de la sucesión de guerras mundiales que provoca interrupciones de fuerza mayor.

Será en 1928 cuando Paul Otlet y La Fontaine cesen sus esfuerzos en el Instituto Internacional de Bibliografía, produciéndose posteriormente en 1931 un importante cambio de fondo y forma. De hecho pasará a llamarse Instituto Internacional de Documentación, siendo esta denominación, suficientemente significativa, de los orígenes de la Documentación moderna. Pero en 1938 vuelve a cambiar su denominación para ser la Federación Internacional de Documentación. De esta forma se convierte en un centro de investigación de la documentación desde un punto de vista teórico, dejando de lado el espíritu práctico de desarrollo sistemático de bibliografías científicas, preocupándose por la metodología, la normalización, la reproducción de documentos, la terminología y su definición, el desarrollo y publicación de ediciones de la CDU, así como el desarrollo de congresos de documentación de caracter bianual con los miembros nacionales y particulares de la FID.

Esta transformación tiene una continuidad desde 1928 hasta 1959 con Frits Donker Duyvis que traslada la sede de la FID de Bruselas a La Haya. Este cambio se desarrolla por la pérdida de la preponderancia en documentación en Bélgica en favor de Holanda. Se considerará un periodo convulso en el que se sufre la interrupción de la Segunda Guerra Mundial y la muerte de La Fontaine en 1943 y Otlet en 1944. No obstante los principales logros del FID serían la ampliación del número de miembros a la federación, la consecución de nuevas publicaciones de la CDU y la creación de la revista; Revue de la Documentation.

Entre 1959 y 1966, Voorhoeve y Van der Brugghem, toman las riendas de la FID y consiguen extender su alcance a Iberoamérica, logrando transmitir la importancia de la organización de la producción científica a nivel internacional.

Entre 1966 y 1971, Sviridov y Van der Brugghem tratan y finalmente logran introducir el término información en la denominación de la Federación, llamándose Federación Internacional de Información y Documentación desde 1989. Por lo que se produce una toma de conciencia anexa a la documentación, que es la documentación como instrumento de información científica.

Teniendo en cuenta la cantidad de cambios que el Instituto Internacional de Bibliografía sufre, se presenta un breve esquema con los hitos, fechas y transformaciones más importantes hasta su identificación como FID, Federación Internacional de Información y Documentación.



El Instituto Internacional de Bibliografía descrito por uno de sus principales Expertos; José Ramón Pérez Álvarez-Ossorio.

Si bien el FID es una institución con largo recorrido histórico y una presencia internacional semejante a la que da cobertura la propia ONU, en España se han creado grandes figuras de la documentación que han enlazado y desarrollado gran parte del esfuerzo integrador y de desarrollo documental de la FID. Entre las figuras Españolas en la FID cabe destacar a Javier Lasso de la Vega, Manuel Castillo y José Ramón Pérez. En el caso de ésta última figura, se puede encontrar un interesante artículo en la Revista "El Profesional de la Información" en el que desentraña lo que ha supuesto y ha sido la evolución del Instituto Internacional de Bibliografía, hasta convertirse en la actual Federación Internacional de Información y Documentación, explicando sus funciones, miembros y principales reuniones a finales del Siglo XX. Por ese motivo y con el fin de precisar más incluyo algunas citas textuales del artículo que se encuentra disponible en la siguiente referencia a texto completo.


Evolución de la FID


Si, en el comienzo de esta su segunda centuria, hubiera que buscar algunos rasgos característicos que definan la situación actual y las perspectivas de la FID para el futuro inmediato, podríamos señalar tres elementos, aun a riesgo de caer en una excesiva simplificación:
  • 1.- Una "regionalización" cada vez mayor de las actividades de la FID.
    La cooperación internacional puede ser más fácil y eficaz si se establece entre grupos de países geográficamente próximos o unidos por afinidades de otro tipo (lingüísticas, culturales, etc.). Desde hace muchos años han existido en la FID dos comisiones regionales: una para América Latina, FID/CLA, y otra para Asia y Oceanía, FID/CAO; y no es ocioso recordar aquí que España y Portugal participan en las actividades de FID/CLA sobre la base de sus lazos lingüísticos y culturales con los países latinoamericanos.

    Pues bien: de acuerdo con esta tendencia regionalizadora, se han creado en los últimos años cuatro nuevas comisiones regionales para Africa, FID/CAF; Oriente Próximo y Africa del Norte, FID/NANE; Europa, FID/ROE; y Norteamérica y el Caribe, FID/CNA. Es oportuno destacar que, en la actualidad, España ostenta la Presidencia y, por lo tanto, la Secretaría de la Organización Regional para Europa FID/ROE.


  • 2.- Una importancia creciente de los llamados "Grupos de interés especial" (conocidos en inglés como Special interest groups -Sig) en la infraestructura técnica de la Federación.
    En el pasado, dicha infraestructura estaba constituida íntegramente por los Comités permanentes. Algunos de ellos mantenían una actividad continua y celebraban reuniones regularmente; otros, por el contrario, manifestaban una actividd más esporádica, y algunos han ido desapareciendo o refundiéndose con otros. En la actualidad, permanecen siete Comités:
  • FID/CR (Classific ation Research)
  • FID/ET (Education and Training)
  • FID/FT (Fundamentl Theory of Information)
  • FID/II (Information for Industry)
  • FID/IP (Information Policies and Programmes)
  • FID/IPI (Intellectual Property Issues)
  • FID/SD (Social Sciences Documentation and Information)
  • Junto a estos Comités permanentes, se ha ido consolidando la figura de los grupos de interés especial. Se trata de grupos de trabajo, de ámbito más reducido, creados para estudiar temas puntuales de gran importancia coyuntural o de especial actualidad, y que pueden crearse y disolverse con gran flexibilidad y a medida de las necesidades. Algunos de ellos podrán transformar­se en Comités permanentes, si su evolución así lo aconseja. Son diez los grupos de este tipo que existen en la actualidad:
  • FID/ARM (Archives and Records Management)
  • FID/ASME (Advisory Services for Small and Medium Sized Enterprises)
  • FID/BFI (Banking, Finance and Insurance Information)
  • FID/EIS (Executive Information Systems)
  • FID/IPA (Information for Public Administration)
  • FID/MIP (Roles, Careers and Development of the Modern Information Professional)
  • FID/MSS (Marketing of Systems and Services)
  • FID/QI (Quality Issues in the Information Sector)
  • FID/SCRM (Safety Control and Risk Management)
  • 3.- Una nueva estructura de los Miembros.
    Hasta 1992, los miembros de la FID eran de tres tipos:


  • Miembros Nacionales, uno por país, que actúan como puntos focales de las actividades de la FID a nivel nacional, y constituyen la columna vertebral de la misma.



  • Miembros Internacionales, organizaciones internacionales no gubernamentales con actividades o intereses en el campo de la Información y Documentación.

  • Miembros Afiliados, instituciones o personas físicas interesadas en los fines de la Federación y que participan en sus actividades. En la Asamblea General de 1992, celebrada en Madrid, se aprobó una nueva estructura de Miembros: continúan con sus mismas características las categorías de Miembros Nacionales y Miembros Internacionales; y la categoría de Miembros Afiliados se desdobla en dos:
      • Miembros Personales, personas físicas interesadas en los fines y actividades de la Federación, y
      • Miembros Institucionales, categoría integrada por organismos e instituciones gubernamentales o no gubernamentales sin fines de lucro (organismos educativos, de investigación, fundaciones, etc.).
      • Miembros Corporativos, reservada a empresas y corporaciones tanto del sector privado como del público.

jueves, 21 de febrero de 2008

06.- Paul Otlet y Henri La Fontaine: Los Comienzos

Conociendo los precedentes de la Documentación basados en el desarrollo de la bibliografía y por ende de la cultura escrita y del libro, se está en disposición de estudiar a los artífices de la documentación. Documentación, es un término moderno introducido por primera vez en España por D. Javier Lasso de la Vega en su manual de documentación, en el cual define la documentación y su connotación científica, además de recoger sus principios a partir del análisis de los trabajos bibliográficos llevados a cabo por Paul Otlet.

Paul Otlet es considerado uno de los padres de la Biblioteconomía y Documentación junto con Henri La Fontaine. La repercusión de sus trabajos y actividades se vería reflejada en una importante corriente investigadora y epistemológica en todo el mundo hasta nuestras fechas.

Paul Otlet y Henri La Fontaine

Paul Marie Ghislain Otlet (1868-1944) , nació en Bruselas en 1868. Su formación y estudios superiores fueron desempeñados en la Universidad de Lovaina en París donde estudio Derecho, Sociología, Economía Política y en la que llegó a adquirir una importante reputación como bibliógrafo de prestigio. Paul Otlet es conocido por ser el fundador del Instituto Internacional de Bibliografía y haber llevado a efecto la creación de la Clasificación Decimal Universal, más conocida como CDU. Las inquietudes de Paul Otlet se centraban y fundamentaban en la organización lógica y racional de todas las ideas y principios que como positivista y estudioso de la doctrina científica había adquirido con el tiempo en su periodo universitario. Sus aportaciones fueron recogidas en la Sociedad de Estudios Sociales y Políticos fundada en Bruselas en 1891 en la cual conoció al que sería posteriormente su compañero, Henri La Fontaine (1853-1943). Ambos colaboran en la constitución del Instituto Internacional de Bibliografía de Sociología en 1893 en donde se plasmarán los pensamientos de Otlet inspirado por su profesor Edmond Picard y Ferdinand Larcier en torno a la suma de los conocimientos e ideas como motor de la ciencia, la importancia de la originalidad de las ideas y su publicación en términos de calidad y no cantidad. En estas ideas eran revolucionarias en el siglo XIX y forman parte de los valores y parámetros que la documentación moderna tiene en su código de trabajo. De hecho Otlet entendía que sin un procedimiento que permitiera tratar los documentos y publicaciones científicas, se corría el riesgo de duplicar los trabajos, especialmente en las disciplinas y ciencias humanas y sociales dado que los resultados de éstas no son tan sistemáticos como los de las ciencias naturales o puras. Para solucionar el problema, Otlet propone varias vías de solución;
  • a) Establecer una clasificación científica de las fuentes.
  • b) Elaborar un catálogo de las fuentes que incluyera indización y resumen de cada una de ellas.


Bajo estas vías o directrices, Otlet junto con La Fontaine inician un importante trabajo de bibliografía de las ciencias que trata de recopilar, organizar y clasificar las fuentes científicas, incluyendo aquellas publicaciones primarias. Este trabajo siempre continuo e inacabado dio como resultado la aparición del concepto de conocimiento científico por acumulación que en gran cantidad de definiciones e introducciones a la documentación se suscribe como punto de partida a la hora de ser tratada la ciencia. Como resultado de esta idea, publican diversos repertorios de legislación, ciencias sociales y estadística. También incorporan un repertorio onomástico de autores relacionados con las fuentes de los repertorios anteriores, que facilita la consulta por autor. Este alarde bibliográfico y repertorial no es exclusivo de Otlet y La Fontaine.

Si bien la bibliografía es conocida y elaborada desde que existen documentos manuscritos. La importancia y relevancia de las bibliografías y repertorios de Otlet y La Fontaine radican en la aplicación de un método bibliográfico para la investigación científica, a diferencia de las bibliografías tradicionales que pretendían servir como mero elemento de control, descripción y recuperación de colecciones bibliográficas. Dicho de otra forma, Otlet y La Fontaine llevan a efecto lo que se conocerá como el repertorio o bibliografía científica.

En 1985, se suceden acontecimientos de gran calado en la génesis de la documentación como ciencia y objeto de estudio. Paul Otlet accede a la primera invención en clasificaciones bibliográficas; se trata de la Clasificación Decimal de Melvil Dewey o Clasificación Dewey DDC que había sido publicada en 1876. Si bien las aportaciones de Dewey se basaban en la organización sistemática de los libros por temas numerados correlativamente, Paul Otlet aporta innovaciones como el empleo de una notación relativa decimal, símbolos para la combinación de las diversas numeraciones, capacidades relacionales de las temáticas clasificatorias, principalmente. Estas mejoras e innovaciones se tradujeron en la publicación de la Clasificación Decimal Universal, conocida como la CDU.

La nueva clasificación permitía la subdivisión de las materias y áreas de conocimiento de manera ilimitada respondiendo al principio de orden del conocimiento. Este trabajo provocó la redenominación del Instituto Internacional de Bibliografía Sociológica por Instituto Internacional de Bibliografía. Esto significó el germen del desarrollo de una nueva disciplina científica, que posteriormente se redefiniría como documentación y la toma de conciencia de un trabajo a gran escala, el proyecto RBU o Repertorio Bibliográfico Universal.




Documental Biográfico sobre Paul Otlet.







Lectura: Tras las huellas de Otlet y La Fontaine.

Para terminar de perfilar el contexto y la historia general de Otlet y La Fontaine, sugiero realizar una lectura muy agradable y apasionante a través de los párrafos del profesor Felix Sagredo, que escribió un interesante artículo en la Revista Documentación de las Ciencias de la Información en el año 2001, en relación al estudio documental contemporaneo y de su raíz euro-norteamericana.
De este artículo reproduzco unos párrafos en relación a las huellas del proyecto de Otlet y La Fontaine para que pueda ser comentado:

Tras las huellas de Otlet y La Fontaine. Profesor Felix Sagredo.

Empeñados en la profundización del tema enunciado, tratamos de retomar anteriores conexiones con los orígenes de la Documentación. Sabíamos, por estudios precedentes del Dr. López Yepes y sobre todo por investigaciones de la Dra. Pilar Arnau, que la obra de los documentalistas belgas y de su equipo, desde la celebración en Bruselas, en setiembre de 1895, de la 1ª Conferencia Internacional de Bibliografía, había fraguado en la creación del Instituto Internacional de Bibliografía, con el objeto de realizar el Proyecto de Repertorio Bibliográfico Universal.

Como consecuencia de la citada Conferencia, Leopoldo II, rey de los belgas, emite el de septiembre de 1895, una Real Orden creando el Instituto Internacional de Bibliografía. Quedaba, con esta Orden, inaugurada oficialmente lo que después sería Ciencia Documental, así como la implicación de la tecnología en el mismo quehacer documental. Todos conocemos las repercusiones de tal evento, pero el desarrollo del mismo, imbricado entre dos contiendas europeas de ámbito mundial, iba a tener sus consecuencias en el ambicioso proyecto otletiano. El citado proyecto siguió oficialmente vivo hasta 1980, en que tras la abrogacion de la Orden Real, quedaba encomendada la labor bibliográfica a la Biblioteca Alberto I de Bruselas.

La Oficina Internacional de Bibliografía comenzaba su andadura con la aportación de más de 400.000 fichas por parte de sus promotores, clasificadas siguiendo el modelo de la Clasificación Decimal del americano Melvil Dewey, que ellos perfeccionaron para crear la Clasificación Decimal Universal (CDU). Pero ¿dónde fueron a parar sucesivamente los riquísimos fondos documentales reunidos por el equipo de Otlet? Dadas las coordenadas políticas del siglo XX, su andadura resultó más que complicada.

Nosotros 14 felizmente hemos contemplado, de nuevo en vías de reorganización, gran parte del legado otletiano en la ciudad belga de Mons —Ciudad del Libro—, que en 1993 acepta dicho legado, para reorganizarlo y exponerlo —en más de 6 km. de estanterías— con el fin de perpetuar el sueño documental de los siglos XIX y XX. Pero veamos sumariamente el periplo seguido por los diferentes fondos dentro de diversas organizaciones surgidas al hilo de dicho quehacer documental, y dónde fueron a parar los mismos.

Para las ya voluminosas bibliotecas se creaba en 1906 el Museo del Libro, situado en la calle Villa Hermosa, sede de la OIB; en 1907 la Biblioteca Colectiva de la Sociedad de Sabios o Biblioteca Colectiva Internacional, que se instala en la calle Régence; para diferentes diarios y revistas, en 1907, se dota el Museo Internacional de la Prensa.

A partir de 1908, con el nombre de Archivos Enciclopédicos Internacionales, se reúnen diversas colecciones documentales e iconográficas, que se instalan en la Capilla Saint Georges. El Museo Internacional de la Prensa queda instalado en la Capilla de Nassau, hoy dentro de la Biblioteca Real de Bruselas.

La Oficina de Documentación Feminista aparece en 1910; ese mismo año se crea la Unión de Asociaciones Internacionales, así como el Museo Internacional. Otlet soñó con reutilizar las instalaciones de la Exposición Universal de Bruselas de 1910, para ubicar allí toda esta serie de instituciones documentales; pero el incendio sobrevenido posteriormente le hace desistir de tal idea. La 1ª Gran Guerra interrumpirá este rápido desarrollo y los proyectos de unificación de los fondos, pero en el mismo 1919, una vez finalizada la contienda, se concibe la idea de buscar un lugar adecuado para todo el entramado documental y museístico.

Aprovechando circunstancias políticas y sociales propicias para este movimiento de carácter ecléctico e internacional, el Gobierno belga otorga a Otlet, el ala sur del Palacio del Cincuentenario de la Independencia belga, que albergará todos los fondos del futuro Palacio Mundial o Mundaneum. Los años 20 fueron la etapa dorada del desarrollo de las ideas otletianas. La década de los 30, aunque 1934 fue el año del Traite de Documentation, resultó sin embargo para Otlet y su proyecto documental, una década nefasta. En efecto, el Gobierno precisaba urgentemente reubicar las colecciones reales del Museo de Arte e Historia y exige el desalojo del Mundaneum. La invasión alemana por otra parte, previa a la 2ª Gran Guerra, acelera el desalojo de las valiosas colecciones e instalaciones de todo tipo. En 1941, la ciudad de Bruselas cede, para reinstalar las colecciones, unos antiguos locales de la Facultad de Medicina (el Instituto de Anatomía) en el Parque Leopold. En 1972 los fondos son trasladados nuevamente dentro de la misma Bruselas, hasta que en 1993, la villa de Mons acepta acogerlos en el edificio de la Independencia.

Este es sumariamente el camino recorrido durante el siglo XX por más de 18.000.000 de fichas en sus correspondientes cajoneras; por unos 200.000 ejemplares de diarios de los países más diversos, y por más de 100.000 fotografías de los temas más dispares; así como por más de 20.000 carteles publicitarios y de propaganda de todo tipo; por unas 100.000 tarjetas postales de entre los años 1900-1934, reflejo de las bellezas paisajística y arquitectónica de los países más distantes; por miles y miles de fascículos e impresos de la más dispar naturaleza; literatura gris de movimientos políticos y sociales, y por todo tipo de elementos culturales, de los que se ofrece una buena muestra en el áditon y en el hall del actual Mundaneum situado en la Rue Nimy de Mons.

Referencias.
  • LÓPEZ YEPES, José. La documentación como disciplina: teoría e historia. 2ª ed. Pamplona: Eunsa, 1995. 59-97 pp.
  • LEVIE, Francoise; PEETERS, Benoît. El hombre que quiso clasificar el mundo = The Man Who Wanted to Classify the World = L'Homme qui voulait classer le Monde. Paris: Impressions Nouvelles, 2007.

lunes, 18 de febrero de 2008

05.- Los orígenes de la Documentación: La Bibliografía

Los orígenes de la documentación hay que buscarlos en el pasado más remoto de la historia de los documentos. Se podría situar en torno al año 3000 a.C , cuando las tabletas de arcilla se utilizaban como material escriptorio para la información administrativa, contable en la gestión de los recursos de la civilización Sumeria y de la Antigua Mesopotamia.

En un repaso muy rápido, se pueden observar otras culturas como la Egipcia, Griega y Romana que generan una mayor variedad de documentos no sólo en función al material escriptorio, (papiros, pergaminos, tabletas de madera encerada) sino también en función a la temática que se amplía a la literatura y técnico-científica.


Todo este proceso de evolución queda marcado por un periodo de letargo y lentitud en la producción documental durante la edad media, periodo en el que el acceso a la cultura queda restringido a los monasterios y centros religiosos que tenían una misión formativa, educativa y cultural. La producción documental era costosa y basada en el pergamino, por lo que el trabajo de edición y documentación fue lento.

Pero esta situación cambia a partir de la invención de la imprenta de Gutemberg, unido al descubrimiento de la pasta de papel en Europa, durante el siglo XV. La imprenta, permite lo que se conoce como la Primera Explosión Demográfica de la Documentación, por permitir un trabajo en serie de la impresión de los documentos. La utilización de tipos y letrerías que permitían la composición de los textos de cada página y la solución de imprenta por imposición, permitieron a la imprenta generar importantes tiradas de ejemplares, o lo que es lo mismo generar decenas y centenares de copias de una obra concreta. Esto supuso que el libro o documento empezara a estar al alcance de más sectores de la población y por ende, la cultura y la educación. Unido a ello, las universidades que empiezan a consolidarse entre el siglo XV y XVI, actúan como puntos de difusión de esa cultura, permitiendo un primer avance en la generalización de la cultura.

En siglos posteriores y con relación a las mejoras planteadas en las imprentas, la producción documental aumenta de forma sobresaliente, generando un problema de control de la información. Entre toda la producción documental, llegaba a ser complicado o tedioso, localizar una obra determinada que versara sobre un determinado asunto o materia. El problema adquirió un alcance internacional, puesto que la producción documental no sólo se ofrecía a nivel de un único país o región. La variable idiomática y el periodo de maduración de las lenguas vernáculas, hizo coexistir una misma obra en diferentes idiomas.

La solución al problema de control de las publicaciones producidas, aparecio de forma concluyente como resultado de las experiencias aprendidas hasta el Siglo XVIII. Durante este siglo, (el de las luces), tiene lugar un movimiento en Europa y en especial en Francia, que se denomina el Enciclopedismo y la Ilustración, que trata de crear obras de referencia de carácter universal que contemplen todo el saber y conocimiento existente. Uno de los primeros problemas a los que se enfrentan, es localizar precisamente las fuentes de información o libros y documentos que les sirvan como base de sus artículos científicos. En consecuencia se toma conciencia de la necesidad de crear un instrumento que fuese capaz de poner en contacto la comunidad científica y sus obras respecto de sus estudiosos y hombres ilustrados. Esta necesidad, hace que se creen las primeras bibliografías.

Como se sabrá, el Siglo XVIII y XIX se caracterizan por un segunda explosión demográfica de la publicación de libros, obras de referencia, artículos de revistas, publicaciones científicas, congresos, literatura gris... que hacen cada vez más difícil el control documental de la información publicada. Será en este contexto cuando la bibliografía se constituye como una ciencia o disciplina emergente que viene a gestionar el descontrol de publicaciones.
Es importante tener en cuenta que Bibliografía en un primer momento se denominó como Lista de libros, (Que no hace referencia a los contenidos), llegando a ser asociada al estudio y conocimiento de los manuscritos y libros antiguos tal y como apela la corriente anglosajona que la define. Pero según la corriente europeo-continental, la Bibliografía es la ciencia de las bibliotecas y la ciencia del libro de la cual derivo la Biblioteconomía y la Documentación, que iniciaron Paul Otlet y La Fontaine. También se entiende por Bibliografía la Ciencia de los Repertorios, siendo una concepción moderna que gestó el Bibliotecario Francés Gabriel Peignot en 1812 con el Repertoire Universal de Bibliographie.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, la bibliografía se convirtió en el principal instrumento integrador y mediador entre la producción y literatura científica y cultural y las redes sociales consumidoras y estudiosas de dicha documentación. Esta función fue ampliamente desarrollada por Paul Otlet y La Fontaine con su Repertorio Bibliográfico Universal y su Instituto Internacional de Bibliografía Sociológica desde sus inicios. Y en estas líneas se encuentra el orígen de la Biblioteconomía y de la Documentación como ciencia.

Qué es Bibliografía.

Antes de seguir adelante, con los orígenes de la Documentación, es necesario conocer y definir qué es una bibliografía. A modo introductorio:
  • Según José Antonio Moreiro es Brújula orientadora en el universo de la información científica... que ha sido el germen y principal bagaje de la Documentación.
  • Según Robert Estivals la Bibliografía se presenta como una respuesta a la necesidad de información rápida del lector frente a la masa de documentos escritos por medio de la aplicación de un esquema que permita la clasificación de los documentos.
  • Según Mateu y Llopis es el estudio y exposición científica, metódica, de cuanto se ha producido sobre una materia cualquiera.
  • Según José López Yepes es Ciencia de los repertorios.
Aún así son insuficientes estas alocuciones y por ello utilizamos las obras de referencia para documentar mejor si cabe el significado de bibliografía. Por ello, consultando el Diccionario Enciclopédico de Ciencias de la Documentación, encontramos una importante fuente de conocimiento al respecto, que he tratado de condensar en las siguientes líneas:
  • Bibliografía Etimológicamente: La voz bibliografía, etimológicamente procede de la conjunción de dos formas griegas de (Libro) y de (escribir). Su significado originario es "escribir libros con la mano" es decir, el arte de los copistas.
  • Bibliografía Evolución de su Significación: El término ha evolucionado semánticamente a lo largo de los siglos convirtiéndose en una palabra polisémica, pues no siempre los nuevos sentidos han desplazado a los precedentes concediendo a la palabra una ambigüedad que se mantiene hasta hoy. Siguiendo un orden cronológico, éstos son los significados que se han adjudicado a bibliografía, desde el etimológico "copiar libros con la mano": "escribir libros", en el sentido material de "composición, redacción de libros" (Siglo XII); "descripción de libros", "lista de libros" (ambos desde el siglo XVII); "conocimiento de los antiguos manuscritos" (Siglo XVIII); "ciencia de las bibliotecas" (Siglos XVIII-XIX); "Ciencia del libro" (Siglo XIX) y, por último "parte de la Documentación que se ocupa de los impresos" (Siglo XX).
  • Bibliografía en la Actualidad: En nuestros días sigue vigente el uso de la palabra bibliografía tanto para designar las listas de libros - Los denominados repertorios bibliográficos, obras de consulta integradas por informaciones ordenadas de acuerdo con un sistema determinado, en las que se contiene la descripción de un texto escrito - Como a la ciencia que los estudia y redacta, la Bibliografía que algunos autores identifican como la Ciencia del Libro en sentido amplio. Efectivamente, junto a "lista de libros", las dos acepciones de la voz bibliografía, que han gozado de mayor fortuna y que perduran hasta hoy son "Ciencia del libro" y "Ciencia de los Repertorios". Ambas se adjudican a Bibliografía como ciencia, y se encuentran en la base de las dos tendencias en las que, tras varias centurias de reflexión, se consolida la disciplina en el siglo XX.
  • Bibliografía Primera Tendencia, Anglosajona: Hasta bien entrado el siglo XVIII, la técnica bibliográfica - Como mera práctica, todavía sin constituir ni como ciencia ni como disciplina académica - se cultiva de modo similar en toda Europa, siempre muy ligada a la redacción de repertorios bibliográficos. Pero a partir de la primera mitad del mencionado siglo, comienza a afirmarse en Inglaterra una tendencia que desemboca en la llamada bibliografía tipográfica, practicada por los bibliotecarios y libreros y que se ocupa sobre todo del estudio de los libros antiguos, singularmente de los publicados en els siglo XV, los denominados incunables. Esta orientación de la Bibliografía, modificándose y perfeccionándose sin cesar, se afirma en los países de habla inglesa y hoy se encuentra vigente entre los autores que se integran dentro de la que algunos llaman Tendencia Anglosajona. Para dichos autores la bibligorafía es la Ciencia del libro, al que estudian desde todos los puntos de vista: histórico, descriptivo, analítico, catalográfico e, incluso, histórico-literario.


  • Bibliografía Segunda Tendencia, Europea: La segunda tendencia en la que, despues de dos siglos, cuaja la reflexión sobre la Ciencia bibliográfica es la que se denomina Tradicional o Europeo-Continental. Sus antecedentes más claros hay que buscarlos en la propuesta que hace en 1802 el bibliotecario y bibliófilo francés Gabriel Peignot, quien, en su Diccionario razonado de bibliología, usa por pirmera vez tal voz - Bibliología - Para designar a la Ciencia del libro, reservando Bibliografía para nombrar a una de sus ramas o partes: justamente la que se ocupa del estudio de los repertorios bibliográficos. El concepto de bibliografía que sostienen quienes se integran en esta tendencia, la circunscribe a la actividad y la teoría relacionada con los repertorios bibliográficos: todo lo que tiene que ver con ellas, las listas de libros mismas, la teoría general de los repertorios, su estructura, finalidad, uso, articulación y desarrollo histórico, la metodología de su confección, el estudio de cada bibliografía, todo esto constituye y es en sentido propio la Bibliografía.

  • Bibliografía Segun Louise Noëlle Malclès: Para los autores de la tendencia europeo-continental, una definición adecuada de la Bibliografía podría ser la que propone L.N.Malclès en su Manuel de Bibliographie: "La bibliografía ocupa un sector de la bibliología o Ciencia del Libro y se propone buscar, identificar, describir y clasificar los documentos impresos, con el fin de constituir los repertorios adecuados para facilitar el trabajo intelectual"
Qué tipos de bibliografías podemos encontrar.

Con la intención de que vayan siendo conocidos algunos tipos de bibliografía, a continuación se exponen algunas de las más interesantes:
  • Bibliografías Abiertas: Bibliografías que están en fase continua de recibir información bibliográfica según se vaya produciendo.
  • Bibliografías Analíticas: Es una bibliografía tipográfica que añade la descripción bibliográfica de las obras, un resumen de contenido y palabras clave. Proporciona signaturas topográficas, reclamos, supresiones, filigranas, caracteres tipográficos y demás elementos que sirven para la investigación histórica.
  • Bibliografías de Bibliografías: Es un repertorio bibliográfico en el que se enumeran y describen obras que a su vez contienen información bibliográfica y que por lo tanto son también bibliografías. Se consideran documentos terciarios.
  • Bibliografía Crítica: Repertorio que incluye comentarios o juicios de valo sobre las obras que describen. Estos comentarios pueden ser elaborados por los propios autores o por críticos y editores literarios o bien tomados de terceras fuentes, que permiten la inclusión de sus correspondientes citas. Muchas veces las bibliografías analíticas tienen en cuenta características de las bibliografías críticas.
  • Bibliografía Descriptiva: Repertorio que registra las particularidades bibliográficas de un libro determinado que permiten identificar la genealogía completa del libro y sus correspondientes variantes. Especialmente utilizada como instrumento para el estudio de los Fondos Bibliográficos Antiguos.
  • Bibliografía Nacional: Es el repertorio bibliográfico en el que se recoge la producción tipográfica de un país, que suele estar escrita en su correspondiente lengua oficial. Puede abarcar los escrito sobre un país, lo escrito por los naturales del país o lo escrito en cualquier lugar en su lengua oficial. Algunos Ejemplos: Bibliotheca Hispana Nova, Bibliotheca Hispana Vetus.
  • Bibliografía Retrospectiva: Repertorio que incluye los documentos aparecidos en tiempos anteriores a su publicación. Principalmente utilizada para llevar a cabo investigaciones históricas o retrospectivas.
  • Bibliografía Universal: Repertorio que recoge todas las obras publicadas por diversos países, sin limitaciones en cuanto a materia, periodo cronológico, país, autor, lengua... pudiendo ser general o especializada. Su origen reside en el Repertorio Bibliográfico Universal de Paul Otlet y Henri La Fontaine. Un conjunto de bibliografías nacionales, puede considerarse una Bibliografía Universal.
Características y Objetivos de una buena bibliografía.

Características:
  • Precisión
  • Exhaustividad
  • Ausencia de Repeticiones
  • Forma bien dispuesta
  • Sentido Crítico
  • Distanciamiento Tolerable
Objetivos:
  • Registrar la producción de carácter científico para establecer un inventario.
  • Establecer un sistema de indización qué permita recuperar dentro de ese inventario
  • Permitir la verificación rápida
  • Permitir un seguimiento de la cuestión científica
  • Avisar sobre aparición de nuevas obras a los interesados
  • Comparar entre obras distintas
  • Revalorizar las colecciones actuales de libros y revistas o diarios.

04.- Resolver la Polisemia del concepto Documentación

Tal y como se ha podido revisar en el artículo anterior, la palabra Documentación es de naturaleza polisémica y puede referirse al objeto, material escriptorio, a la información que contiene, a la carrera universitaria que conlleva dicho nombre,... Para aclarar más, qué es Documentación, en este artículo se ha incluido el Concepto de Documentación Otletiano, Definición General de Documentación y Definición de Ciencias de la Información y Documentación. Todas estas definiciones han sido extraidas de la Obra de Referencia Diccionario Enciclopédico de Ciencias de la Documentación, cuyo editor y coordinador es José López Yepes, junto con otros importantes autores como María Pilar Gay Molins entre otros. Ver referencia completa del Libro


El Concepto de Documentación Otletiano

Otlet y La Fontaine institucionalizan las actividades de la información científica, actividades que tienen los precedentes más notorios en las tareas bibliográficas iniciadas, en puridad, en el Renacimiento y en el comienzo de las publicaciones periódicas de carácter científico en la segunda mitad del siglo XVII.

El Instituto Internacional de Bibliografía acomete desde una perspectiva íntegra y universal, en todas sus formas, la resolución del problema de la información de las fuentes en la investigación científica - Problema motivado, fundamentalmente, por el crecimiento incesante de la bibligorafía científica y otros del mismo corte ya examinados - Con la elaboración del Repertorio Bibliográfico Universal y la Cooperación bibliográfica internacional en todos los órdenes.

La filosofía del movimiento fundacional de Bruselas otorga a la categoría de documento un alcance universal; no descansa en la corriente biblioteconómica, sino que mira desde la persepectiva de las necesidades de fuentes de información por parte del científico o usuario de esta información y crea la figura del documentalista - necesariamente experto en el contenido de las materias sobre las que informa - o puente de enlace entre el productor de información y el usuario.

Desde una perspectiva bibliográfica o de información científica, Otlet y La Fontaine utilizaron las clasificaciones biblioteco-bibliográficas en boga - singularmente la de Dewey - perfeccionándolas para utilidad de la Documentación y la propia Biblioteconomía. También el concepto de Documentación ha experimentado convulsiones en su expresión gráfica, merced a otra polémica que atentaba contra el propio significante "Documentación".

En efecto, cuando en el curso de la historia reciente de nuestra disciplina el contenido documental se ha visto desplazado por el contenido informativo, han irrumpido nuevas denominaciones como Information Science, Infromations und Dokumentationswissenschaft e Informatika entre las más importantes.


Definición General de Documentación

El concepto de Documentación y de documentalista puede establecerse sobre la base de cuatro factores: a) Ciertos criterios obtenidos del examen de la bibliografía más reciente; b) Determinación del objeto de la disciplina y su ubicación en el sistema de las ciencias; c) Toma de postura acerca de la denominación de la disciplina y d) Una propuesta de definición de Documentación y de Profesional de la Información y Documentación que naturalmente debe ser siempre objeto de contraste.

A) Los criterios mínimos que nos permiten avanzar hacia una definición de Documentación son los siguientes:
  • Un criterio pluralista, desde el ordenamiento que representan las distintas teorías y escuelas con idéntico objetivo.
  • Un criterio que considera la investigación científica, la obtención de nuevo conocimiento en general y la información para la acertada toma de decisiones como motor de este sector de conocimientos lo que es propio de un quehacer de alto sentido teleológico, que cumple su misión al remediar una necesidad de información.
  • Un criterio que predique de la Documentación su carácter de área de conocimiento autónoma, interdisciplinaria y de generalidad en relación con el reto de las disciplinas y actividades sociales para las que aquella actúa como saber instrumental.
  • Un criterio que atribuye auténtica operatividad al quehacer documentario cuando se aplica a una disciplina, bien en su devenir investigador, bien en su aplicación como actividad en el medio social.
  • Un criterio que vincula la realización del proceso documental - y aún la naturaleza de la disciplina documental - al contexto organizado o sistema donde tiene lugar dicho proceso caracterizado por las crecientes necesidades de información y modificado por el componente altamente tecnológico (el medio es el mensaje) que caracteriza a la sociedad de la información de nuestros días.
B) El objeto de estudio de la documentación se basa a nuestro entender, en el concepto de información documental y en el conceto de proceso documental como un proceso informativo de naturaleza peculiar por cuanto se da en el mismo una actividad de recuperación de mensajes informativos emitidos en procesos anteriores y que mediante su conservación y tratamiento técnico se difunden transformados con la finalidad de que sirvan de fuente de información par ala obtención de nuevo conocimiento o para la acertada toma de decisiones en las organizaciones, empresas e instituciones.

C) En cuanto a la denominación de nuestra disciplina, cabe hablar de cierta explosión terminológica. Noobstante, la urgencia de llegar a un determinado consenso ha sido propuesta paladinamente por numeroros autores que, incluso han apelado al estudio de la evolución de los nombres a fin de conformar mejor la difinición que, como todas las que corresponden a una disciplina, debería expresar en un solo término el conjunto de problemas e ideas que pertenecen exlusivamente a su ámbito de trabajo, que le prestan la identidad y que así debe ser reconocido por el resto de la comunidad científicas.

En España, los estudios realizados sobre el particular nos permiten avalar la persistencia de los términos Documentación e Información y Documentación, el primero de los cuales ha quedado mucho más fortalecido a partir de la creación en 1992, del título universitario de Licenciado en Documentación. En todo caso, esta denominación que en España, cuenta con el mayor número de defensores, se viene revelando con el concierto internacional como relativamente válida una vez aceptada su connotación informativa. Woledge, que ha estudiado con precisión el uso del término "Documentación" en el Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos, concluye su trabajo advirtiendo que parece que no existen razones para abandonar lo que Shera llamó la familiar y eufónica Documentación, con su historia, riqueza y misterio.

De otra parte establecida la naturaleza autónoma de la disciplina también corroborada por su carácter de conocimientos independiente con el nombre de Área de Biblioteconomía y Documentación en el Catálogo ad hoc formulado por el Ministerio de Educación y Ciencia, también procede ahora mostrar la ubicación de la Documentación en el sistema de las ciencias. En nuestra concepción, la Documentación es una ciencia informativa de carácter social con una función mediadora entre el creador de la información y el receptor de la misma. Para Schrader, es también ésta función mediadora la que presta identidad al dominio que nos ocupa, todo ello sin perjuicio de constatar el progresivo avance de los dispositivos que permiten al usuario conectar directamente con las fuentes de información sin la aparente presencia del documentalista.

D) Finalmente y moviéndose hacia el campo de las definiciones, partimos de la idea de que Documentación es rama del saber integradora de todos los saberes y oficios relacionados con el documento; general e instrumental al servicio de todos los saberes y actividades sociales; informativa por cuanto tiene como objeto de estudio un proceso de carácter informativo; expecializada, cuando se hace operativa al servicio de una determinada rama del saber o actividad social y por último científica, cuando sirve de apoyatura para la obtención de nuevo conocimiento científico.

En cuanto al término Documentación éste puede entenderse:
  • Como Ciencias de la Documentación, esto es, como el conjunto de las disciplinas que tienen por objeto de estudio de un proceso informativo en el que se da una actividad de recuperación de mensajes emitidos en procesos anteriores y que, mediante análisis y tratamiento técnico, se comunican transformados con la finalidad de que sirvan de fuente de información para la obtención de nuevo conocimiento o para la toma de decisiones.
  • Como una de las Ciencias de la Documentación que tiene como objeto de estudio de aquella parte del proceso documental consistente en la recuperación difusión de mensajes documentarios y su aprovechamiento por parte del sujeto receptor a usuario a fin de que sirvan de base para la obtención de nuevo conocimiento o para la toma de decisiones. O, de modo más sintético, Documentación es la ciencia general que tiene por objeto el estudio del proceso de adecuación y transmisión de las fuentes para la obtención de nuevo conocimiento.
  • Desde el primerio de los supuestos, el término documentalista comprende de hecho el conjunto de profesionales y estudiosos que son sujetos emisores del proceso informativo-documental y que desempeñan su función en las distintas fases del mismo: producción, tratamiento y difusión de los diversos mensajes documentarios y que aunque mantengan su antigua o nueva denominación tradicional (archiveros, bibliotecarios, bibliógrafos, documentalistas...), están unicados en el marco más amplio del profesional de la Información y Documentación.

Ciencias de la Información y Documentación

A finales de la década de los sesenta y poco después del movimiento norteamericano cristalizador de la Information Science, va tomando fuerza el concepto alemán de Información y Documentación. Las bases de la concepción alemana y su correspondiente definición arrancan del concepto de información expuesto por Koblitz en 1969 y 1975. Información es, en efecto, palabra polisemántica, ya que indica el proceso y el objeto de la información al mismo tiempo. La información como proceso se denomina con frecuencia actividad de información y puede ser definida como un complejo de acciones determinadas que comprende la producción (Incluye el tratamiento y proceso), acumulación, recuperación y provisión de la información incluye la transferencia y recepción. Generalmente, la actividad informativa supone la obtención, proceso, almacenamiento y distribución de la información, a cuya expresión se ha añadido tratamiento y proceso, comprende no sólo el origen de la información inicial (primaria), sino también los resultados de su tratamiento (por ejemplo: a través del resumen) o del proceso de los productos tratados. La recuperación de la información acumulada está en el mismo plano que el almacenamiento de la información.

Dentro del sector de la información social organizada y fundamentalmente de la información especializada, Koblitz ubica la actividad desplegada por la ciencia de la Información y Documentación, que se configura como "Campo de actividades en la información social organizada, cuyo propósito es cooperar en la eficaz coordinación de contactos informativos y comunicativos entra las personas en el seno de la sociedad humana y cuyas tareas específicas son proporcionar información de alta calidad a todos los usuarios potenciales, informándoles acerca de los nuevos conocimientos, experiencias, conceptos, conjeturas, teorías, hipótesis, predicciones,... de todas las esferas de la actividad humana, sobre la base del análisis de las necesidades del usuario en la información documental, así como la oportuna planificación de la información y métodos eficientes para la producción, almacenaje, recuperación y diseminación de información documental de naturaleza sintética y analítica".

jueves, 14 de febrero de 2008

03.- ¿Qué es documentación?

Para entender el término documentación, hay que realizar un análisis introspectivo de sus orígenes, esto quiere decir, que es necesario abundar en el origen y raíces que componen esta palabra, ergo desde un punto de vista etimológico. Documentación, procede de un largo proceso de evolución desde los términos latinos Documentum, Documenta y Documentatio. Documentum tiene a su vez sus raices en el término latino docere que significa enseñar. Por lo tanto documentación tiene su raíz en el término documento.

Esto significa que para saber lo que es documentación, debemos conocer, qué significa documento. Según María Pinto Molina, el término documento designa cualquier tipo o género de material que pueda suministrar información. Es decir, documento es un soporte material que contiene información. El documento ya sea por su material, o bien por su contenido o contexto, transmite una información a quien lo observa. Esta perspectiva coincide directamente con la concepción de cualquier objeto como documento al proporcionar un valor documental al receptor que lo observa y lo analiza. Así pues un documento puede ser un cuadro de una galería de arte, una escultura, una muestra de sangre, un manuscrito, un archivo electrónico... Dado que aún no siendo elementos diseñados para informar, a través de ellos se puede obtener una información y un conocimiento objetivo. Por ende se denominan a nuestros efectos, documentos con carga informacional, hayan sido o no diseñados para soportar elementos más comunes de la comunicación. Otra reflexión importante a raíz de esta circunstancia, es la que apunta Cordón García [1] en la que afirma que no siempre cualquier objeto está diseñado para informar, aunque los objetos como documentos, pueden asumir un contenido informacional de forma directa o indirecta dependiendo de su naturaleza y ámbito de aplicación.

[1] CORDÓN GARCÍA, J.A [et.al]. Prácticas de documentación. Madrid: Pirámide, 1998. pps 19-20. Véase referencia completa



La presencia de documento y términos afines es bastante tardía en España. Habrá que esperar hasta el siglo XIV con Sancho IV y su libro Castigos e documentos y al famoso Diccionario Latino-Español, de Nebrija en el siglo XVII, para encontrar el término Documentum. Las connotaciones del término lo sitúan como un objeto o instrumento probatorio de cualquier suceso, cosa o acontecimiento probatorio. Hay que recordar que en los orígenes de los documentos también se encuentran los orígenes de la archivística, puesto que una de las bases fundamentales que se sostiene es la capacidad de dar fe pública de los sucesos y hechos que acontecen, sirviendo por tanto como un instrumento probatorio con calidad y validez legal. Téngase en cuenta multitud de documentos medievales como los privilegios rodados, incipientes ordenanzas del derecho penal, reparo de agravios, fueros, etc. que corresponden a la tradición archivera más pura, la del arca de los privilegios, forman parte de la misma raíz de la que procede la documentación. De aquí que la documentación, biblioteconomía y archivística tengan tanto en común y en su evolución histórica, hayan evolucionado para dar solución a diferentes problemas a consecuencia de la producción o publicación de documentos de muy diversa índole, formato y motivación.
En origen, la etimología y la significación de la documentación como ya se habrá advertido, subyace del proceso intelectual y creativo a partir de la experiencia y de la realidad. No se puede separar la idea de su estadio de aprehensión o apropiación cognitiva en la que el ser humano es capaz de entenderla y conocerla. A menudo cualquier idea tiene unas bases cognitivas hechas a partir de elementos básicos como datos que de manera argumentada componen informaciones que tienen una significación original. El resultado de este proceso intelectual produce la documentación que muchas ciencias y disciplinas utilizan para llevar a cabo sus investigaciones. Es por ello que la documentación ejerce un papel auxiliar o de soporte informativo y científico. Por este motivo la documentación se ha denominado Ciencia de la Ciencia tal [2] y como establece el profesor López Yepes definiéndolo en dos apartados:
  • La ciencia de la Documentación es Ciencia y es información. Como ciencia se enmarca en el contexto de la Ciencia de la Ciencia y por ello, puede utilizar los conceptos de la misma. Como información se aprovecha de los conceptos de las ciencias de los procesos informativos. Los dos componentes se unen con el objeto de estudiar los procesos de la comunicación científica tendentes a establecer las bases de los nuevos conocimientos.
  • La ciencia de la Documentación es generalizadora en sentido objetivo y a nivel especulativo, es decir, como rama de la Ciencia de la Ciencia para establecer la mayor perfección del proceso de la comunicación científica, pero es especializada en sentido objetivo por cuanto debe dirigirse al perfeccionamiento de los procesos de comunicación de la información científica en un campo del saber determinado.

[2] LOPEZ YEPES, José. La documentación como disciplina: teoría e historia. 2ª ed. Pamplona: Eunsa, 1995. pps. 35-36. Véase referencia completa
Pero obteniendo estas ideas, también se han de desentrañar el significado de ciencia, como tal, con la finalidad de validar el planteamiento científico de la documentación. Para ello hay que acudir a la definición que aporta Albert Einstein y que ha sido recogida en la referencia bibliográfica anteriormente citada. Según Einstein, " La ciencia como algo existente y completo es la cosa más objetiva que puede conocer el hombre. Pero la ciencia en su hacerse, la ciencia como un fin que debe ser perseguido es algo tan subjetivo y condicionado psicológicamente, como cualquier otro aspecto del esfuerzo humano de modo que la pregunta ¿Cuál es el objetivo y el significado de la ciencia? recibe respuestas en muy diferentes épocas y de diferentes grupos de personas". Quiere decir con ello que no existe una definición absoluta y que varía en función a la subjetividad humana de quien trate de esclarecer dicho objetivo y significado según la finalidad con la que se emplea.
Como reflexión propia basada en las ideas del profesor López Yepes y la definición de ciencia de Albert Einstein, se puede resumir, que la documentación es una ciencia acumulativa de conocimientos, "siendo la una ciencia, sin reservas, en la medida que estudia el saber representado en múltiples soportes, tratandolos para que su contenido sea difundido y dado a conocer al hombre y la sociedad, partiendo de su construcción y edificación sobre la tradición y acumulación del conocimiento e ideas perseguidas como el intento de alcanzar lo que hay de verdad y objetivo en un entorno informacional a veces difuso, condicionado y subjetivo".
Estas definiciones, aportan nuevos matices a la documentación. La documentación no sólo está constituida por el proceso intelectual, sino el informativo y comunicativo de la información científica. Esto indica que la documentación es una ciencia que produce instrumentos, métodos, normas, información, veracidad e incluso valor añadido a cualquier proceso de investigación de cualquier ciencia. En esta línea la documentación es capaz de satisfacer las demandas documentales e informativas, e incluso ser ciencia de sí misma, ya que es posible estudiar la documentación propiamente dicha, la producción documental de una institución, los sistemas de comunicación y transmisión de información, los métodos y procesos de recuperación de información, el tratamiento de datos y documentos, por citar algunas de sus aplicaciones. En este sentido es considerada como tal una ciencia de la información.
Otras definiciones de documentación apuntan en la misma línea y complementan a todas las aquí expuestas:
  • Según Nuria Amat [3], se denomina documentación "al proceso de reunir documentos sobre un tema determinado y al tratamiento de esos documentos para su difusión precisa, exhaustiva e inmediata"
  • Según Coll-Vinent y Bernal Cruz [4] "la documentación actúa como un sistema regulador de la información, la recoge desde sus fuentes originales, la interpreta, la canaliza, etc., lo que crea información, y, con ello, se inicia nuevamente el ciclo. La transmisión de información es, pues, el eje y el primer objeto de la documentación"
[3] AMAT, Nuria. Documentación científica y nuevas tecnologías de las ciencias de la información. Madrid: Pirámide, 1989. pps 19-23. Véase referencia completa

[4] COLL-VINENT, Roberto. BERNAL CRUZ, Francisco Javier; LÓPEZ YEPES, José (prol.). Curso de documentación. Madrid: Dossat, 1993. pps 34-36. Véase referencia completa

jueves, 7 de febrero de 2008

01.- Programa de Historia de la Ciencia de la Documentación

HISTORIA DE LA CIENCIA DE LA DOCUMENTACIÓN
Prof.: Manuel Blázquez Ochando

Código 108
Asignatura Obligatoria - Créditos: 4,5
2º Cuatrimestre - Grupo de Mañana

OBJETIVOS
  • Conocer la historia, origen y evolución de la Documentación a partir de Paul Otlet y La Fontaine, así como las principales teorías, escuelas y corrientes de investigación.
  • Aprender la evolución de la Documentación en España y conocer sus principales actores y líneas de investigación.
METODOLOGÍA
  • La asignatura está concebida en base a clases teóricas y prácticas, en las que se llevarán a cabo comentarios de textos, análisis de libros de interés para el estudio de la documentación y materiales audiovisuales.
EVALUACIÓN
  • La evaluación constará de un examen teórico entre mayo-junio, consistente en una combinación de preguntas cortas y tipo test.
Véase programa completo

martes, 5 de febrero de 2008

00.- Breve Introducción a la Historia de la Ciencia de la Documentación

La historia de la ciencia de la documentación implica entender la dimensión científica del término documentación. Para ello, es necesario tener presente el principio de cualquier documento, de cualquier información o de cualquier sema que conforma la palabra. Los cimientos de la documentación son las ideas y los conceptos que el ser humano ha sido capaz de representar a lo largo de la historia en muy diversos materiales. Así pues, son documentos las obras de arte, las tablillas de arcilla y barro, la bibliografía general y especializada y cualquier expresión humana que haya sido sometida a un proceso de ingenio, estudio, investigación o búsqueda de vestigios y armonización de la realidad que nuestros sentidos son capaces de captar. Por tanto la documentación es heredera del proceso intelectual, tanto en cuanto es capaz de aportar elementos legibles, abstraibles y asimilables de una realidad elaborada o no, así como de su construcción y combinación a partir de otras anteriores. Es decir, la documentación es en esencia la suma de aquellas ideas que representan parcelas de la realidad. Este concepto ya fue descubierto por Paul Otlet y Henri La fontaine, principales responsables de la biblioteconomía y documentación moderna. A través de su historia y de quienes los estudiaron, nos acercaremos a la evolución y funciones de la documentación hasta su desarrollo en España.