La historia de la ciencia de la documentación implica entender la dimensión científica del término documentación. Para ello, es necesario tener presente el principio de cualquier documento, de cualquier información o de cualquier sema que conforma la palabra. Los cimientos de la documentación son las ideas y los conceptos que el ser humano ha sido capaz de representar a lo largo de la historia en muy diversos materiales. Así pues, son documentos las obras de arte, las tablillas de arcilla y barro, la bibliografía general y especializada y cualquier expresión humana que haya sido sometida a un proceso de ingenio, estudio, investigación o búsqueda de vestigios y armonización de la realidad que nuestros sentidos son capaces de captar. Por tanto la documentación es heredera del proceso intelectual, tanto en cuanto es capaz de aportar elementos legibles, abstraibles y asimilables de una realidad elaborada o no, así como de su construcción y combinación a partir de otras anteriores. Es decir, la documentación es en esencia la suma de aquellas ideas que representan parcelas de la realidad. Este concepto ya fue descubierto por Paul Otlet y Henri La fontaine, principales responsables de la biblioteconomía y documentación moderna. A través de su historia y de quienes los estudiaron, nos acercaremos a la evolución y funciones de la documentación hasta su desarrollo en España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario